La mastija es una resina procedente del árbol denominado lentisca (Pistacia lentiscus). Se cultiva en todo el Mediterráneo desde la península ibérica y Francia hasta Turquía e Israel. Sin embargo, en la isla de Jíos, en particular en la región del sur, se cultiva una variedad especial que, junto con el clima y las peculiaridades del terreno, permite extraerle una resina natural de su corteza.

Desde el año 1997 tiene denominación de origen protegida.

El árbol de la mastija tiene una altura promedio de 2 a 3 metros y tiene un crecimiento muy lento. Alcanza su desarrollo total después de 40 o 50 años. Los árboles más añejos pueden medir hasta 5 metros.

La mastija es segregada en forma de lágrimas través de incisiones realizadas en el tronco y en las ramas más grandes de la lentisca. Una vez solidificada, se recoge y se limpia.

Ya en la Grecia Clásica se utilizaba como blanqueador natural de dientes. La mastija es famosa por su sabor y por sus propiedades terapéuticas Tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Disuelve el colesterol, ayuda a una buena digestión y contribuye a la cicatrización de las heridas. Constituye una sustancia básica en la industria farmacéutica, química y alimentaria.

«Mastija», nuestra cafetería, se encuentra a cargo del Chef Matías Porteiro, docente del curso de cocina y se ha convertido en el espacio idóneo para socializar y compartir deleitándonos con sabores griegos.